La cantante estadounidense Taylor Swift anunció este viernes que ya es la propietaria absoluta de su catálogo musical, cerrando así un capítulo que comenzó hace seis años, cuando sus grabaciones maestras fueron vendidas sin su consentimiento por su antigua discográfica.

La superestrella del pop, galardonada con múltiples premios Grammy, reveló la noticia mediante una carta publicada en su sitio web, donde expresó: “Toda la música que he hecho… ahora me pertenece… a mí”.

Swift explicó que compró todo su material a Shamrock Capital, firma que adquirió sus grabaciones en 2019 tras la polémica venta por parte del productor Scooter Braun.

La compra incluye no solo sus canciones, sino también videos musicales, películas de conciertos, portadas de discos, fotografías y canciones inéditas. Swift recalcó que realizó la operación “sin condiciones, sin socios, con total autonomía”, gracias en parte al éxito comercial de su gira Eras Tour.

En su mensaje, Swift agradeció a Shamrock Capital por ofrecerle una negociación que calificó como “honesta, justa y respetuosa”, y reconoció el apoyo incondicional de sus fanáticos:
“No tengo palabras para agradecerles que me hayan ayudado a reencontrarme con este arte al que he dedicado mi vida, pero del que nunca había sido dueña hasta ahora.”

La artista también se refirió al futuro de las regrabaciones de sus álbumes. Confirmó que ya completó la nueva versión de su disco debut Taylor Swift (2006), pero aún no ha terminado de trabajar en Reputation (2018), debido a que se trata de un álbum profundamente ligado a una etapa difícil de su vida.

Aun así, dejó abierta la posibilidad de lanzar canciones inéditas de ese periodo: “Si ocurre, no será desde un lugar de tristeza, sino como una celebración”, escribió.

Con esta adquisición, Swift cierra un ciclo de lucha y reafirma su lugar como una de las figuras más influyentes del pop moderno y defensora activa de los derechos de los creadores.