En un giro dramático en la industria cinematográfica, el director y actor Justin Baldoni ha demandado a Blake Lively y a su esposo Ryan Reynolds, acusándolos de haber tomado el control de su película “It Ends With Us”, lo que, según él, ha resultado en un intento deliberado de destruir su carrera.

La demanda, presentada en el Distrito Sur de Nueva York, busca una compensación de 400 millones de dólares y un juicio con jurado. En el documento de 179 páginas, Baldoni sostiene que Lively, como una de las celebridades más poderosas del mundo, utilizó su influencia para “robar” la película, producir una campaña de difamación y dañar la reputación de su equipo.

La disputa legal, que involucra acusaciones de extorsión, difamación e invasión de la privacidad, ha expuesto una compleja batalla entre los equipos de las dos figuras de Hollywood. La demanda de Baldoni sostiene que Lively “secuestró” la película y “destruyó” las oportunidades de su compañía de producción, Wayfarer Studios.

En su defensa, Baldoni afirma que Lively utilizó su poder para socavar a quienes se oponían a sus demandas, y que fue ella quien, en lugar de ser víctima, orquestó una campaña de difamación para desviar la atención de sus propios errores.

El equipo legal de Lively, por su parte, ha respondido con firmeza, calificando la demanda de Baldoni como un intento de manipular la narrativa y desviar la atención de las acusaciones de acoso sexual que Lively había presentado anteriormente contra el director.

Según ellos, la evidencia probará que Lively fue víctima de abuso y que Baldoni y su equipo crearon una campaña de difamación contra ella. Aseguran también que Sony, la distribuidora de la película, pidió a Lively supervisar la edición del filme, que fue un éxito rotundo.

Finalmente, la disputa legal es la culminación de meses, cuando Lively presentó una queja por acoso sexual contra Baldoni, alegando comentarios y comportamientos inapropiados en el set de la película.