“Demon Slayer: Infinity Castle” rompe récords y redefine el éxito del anime en la taquilla de EE. UU.

El éxito de “Demon Slayer: Infinity Castle” ha sacudido a Hollywood y redefinido el potencial comercial del anime en la gran pantalla. La película, basada en la popular serie japonesa Kimetsu no Yaiba, ha recaudado US$ 104,73 millones en solo nueve días de exhibición en Estados Unidos, superando el récord de 26 años de “Pokémon: The First Movie”.
Distribuida por Crunchyroll, propiedad de Sony Pictures, Infinity Castle cayó un 76 % en su segundo fin de semana, pero aún así se mantuvo en el primer lugar de la taquilla, con US$ 17,3 millones recaudados entre viernes y domingo.
El impacto va más allá de los números: analistas y ejecutivos de la industria reconocen que este fenómeno podría abrir una nueva categoría comercial dentro del cine.
“Si esto se convierte en una tendencia y no en una anomalía, añadirá otra categoría de películas al repertorio de los cines”, afirmó Paul Dergarabedian, analista de Comscore.

La crítica también ha sido favorable: la película cuenta con un 98 % de aprobación en Rotten Tomatoes y una puntuación de 69 en Metacritic. Este respaldo, combinado con el entusiasmo de la Generación Z y la Generación Alfa, ha generado un “boca a boca” poderoso que ha extendido el alcance del anime más allá de su base de fans tradicional.
Shawn Robbins, director de análisis en Fandango, advirtió que este fenómeno podría ser “una espada de doble filo”, ya que el interés juvenil puede desvanecerse rápidamente o ganar más impulso si nuevas audiencias se suman.
Este fenómeno marca una nueva era para la animación japonesa en el mercado internacional, consolidando a Demon Slayer no solo como un fenómeno cultural, sino también como una franquicia.