La crisis global de suministros provocará que la Navidad de 2021 sea marcada por un alza de precios y dificultades para el abastecimiento de algunos productos.
Fernando Romero, experto en transporte internacional y logística y consultor de la Corporación de Exportador de El Salvador (Coexport), explicó que El Salvador no escapa y dice: “quizá no tendremos una Navidad como las que estamos acostumbrados”.
Eduardo Cader, presidente de la Asociación Salvadoreña de Industriales (ASI), dijo que la crisis será menor para empresas que se anticiparon a la crisis y adelantaron sus pedidos, pero que será un enorme reto para quienes tienen compras detenidas en los congestionamientos en los mayores puertos del mundo y que corren el riesgo de quedar desabastecidas no por escasez, sino por las demoras.
Explicó que el encarecimiento del plástico, por ejemplo, afecta a sectores como el farmacéutico y el comercio. “Cuando hablo del plástico está en el blíster de los medicamentos, en el envase del agua mineral… juguetes de los niños, botellas de salsa, es una cosa que como material reviste particular importancia”, matizó.
Romero añadió que no hay una sola causa y que ahora el impacto en la cadena es transversal en los procesos de producción.
“Esto ha venido como un dominó y técnicamente nos lleva al mundo que tenemos hoy. La crisis en la cadena de suministros afecta al sector exportador porque no puede tener a tiempo sus insumos para producir o exportar… o si las va a tener ¿a qué precio? Eso también influye. Lo que antes costaba $10 ahora va a costar $25”, ejemplificó en entrevista en Diálogo, de Canal 21.
La llamada “crisis de los contenedores” se originó inicialmente por la pandemia, los paros obligatorios por las cuarentenas, la reducción de flotas navieras, la escasez de contenedores, la falta de conductores de camiones -y operarios en puertos como el de Long Beach, California-, el aumento de precio de los combustibles y materias primas (como el hierro), una demanda de consumo acelerada e incluso por el accidente del buque portacontenedores Ever Given -en el Canal de Suez-, situaciones que en su conjunto ponen en riesgo a economías en desarrollo, como la salvadoreña.
En Estados Unidos, multinacionales como Unilever, que fabrica marcas como Dove o Ben & Jerry’s, dijo la semana pasada que aumentó los precios de sus productos en un 4.1 % en el tercer trimestre para “compensar el aumento de los costos de las materias primas y otros insumos”.
La suiza Nestlé, propietaria de marcas como Nescafé y Häagen-Dazs, dijo a CNN que había subido los precios en un 2.1 % y que “seguiría subiendo según sea necesario” durante el resto de 2021 y en 2022.
En Centroamérica, los gobiernos han comenzado a buscar alternativas. Honduras y Nicaragua ordenaron congelar los precios de los combustibles como un paliativo ante la situación, mientras que El Salvador analiza maneras para hacer una intervención.
Romero explicó que a nivel privado dos navieras han hecho movimientos para estabilizar los precios y controlar la situación, pero el problema es que no son las más grandes y no tienen un control significativo del mercado.
También confirmó que el Ministerio de Economía analiza algunas opciones para atender la crisis. “El Salvador todavía no se ha pronunciado al respecto, pero sabemos que lo están estudiando. Este servidor ha sido consultado por el Ministerio de Economía para ver los puntos de vista, pero aún así estamos en veremos… y ya es demasiado tarde”, puntualizó.
Las claves
- Consumo
La demanda, tras la reactivación de las economías, trajo una explosiva demanda que no todas las empresas pueden suplir.
- Costos
El transporte de mercancías desde China tiene aumentos exponenciales. Traer un contenedor puede costar hasta $25,000.
- Congestión
Los cierres de puertos y la demanda han generado congestionamientos en puertos de destino a EE.UU.
- Operarios
EE.UU. tiene dificultad para conseguir conductores de camión y estibadores lo que presiona a la cadena de distribución.
