Cientos de personas se congregaron este jueves en Birmingham, Inglaterra, antes del partido entre el Aston Villa y el Maccabi Tel Aviv, luego de que se prohibiera la presencia de aficionados del club israelí por razones de seguridad, según informaron autoridades locales.

Las manifestaciones incluyeron grupos con posiciones contrapuestas: algunos se pronunciaron en contra de la medida policial de impedir la asistencia de seguidores visitantes, mientras que otros exigieron que el encuentro no se disputara y reclamaron el fin del conflicto en Gaza.

Para atender la situación, la policía desplegó alrededor de 700 agentes, incluyendo unidades montadas, caninas, drones y patrullas. Antes del inicio del partido, seis personas fueron detenidas: tres por presuntos insultos racistas, una por negarse a retirarse una máscara, otra por incumplir una orden de dispersión y una más por alteración del orden.

Desde el Maccabi Tel Aviv, su presidente ejecutivo, Jack Angelides, lamentó la situación y sostuvo que “la política debería quedarse fuera del fútbol”. Añadió que el escenario generado “es muy triste y muy preocupante”.

El partido se disputó finalmente ante público exclusivamente local en Villa Park, donde el Aston Villa venció 2-0 al conjunto israelí, resultado que consolidó al club inglés entre los primeros puestos del grupo y complicó aún más el avance del Maccabi en la competencia.