A pesar de asegurar el liderato de grupo en la Copa Oro, la Selección Mexicana dejó el Allegiant Stadium con más cuestionamientos que celebraciones, tras igualar sin goles ante Costa Rica en un partido marcado por la polémica arbitral, la falta de contundencia y la reaparición del grito discriminatorio en las gradas.

El conjunto dirigido por Javier “Vasco” Aguirre dominó el encuentro de principio a fin, pero no logró reflejarlo en el marcador. Keylor Navas se convirtió en figura al frenar los intentos del ataque mexicano, que sigue sin encontrar la efectividad necesaria.

El punto más alto del drama llegó en el tiempo de compensación, cuando Santiago Giménez marcó un golazo de chilena que hizo estallar al estadio, pero fue anulado por el árbitro Mario Escobar tras revisión en el VAR por un presunto fuera de lugar.

La frustración se incrementa con la baja confirmada del defensa César Montes, quien acumuló su segunda tarjeta amarilla en la fase de grupos y no podrá jugar el duelo de cuartos de final ante Arabia Saudita. Además, el cuerpo técnico trabaja contra reloj para corregir la falta de puntería en el frente ofensivo.

Otro de los elementos negativos de la noche fue la reaparición del grito discriminatorio tras el gol anulado, situación que pone en riesgo nuevas sanciones por parte de la FIFA para la Federación Mexicana de Fútbol, que ya fue multada recientemente por el mismo motivo.

México se concentrará ahora en San Diego antes de viajar a Phoenix, donde buscará dejar atrás las dudas y mostrar una mejor cara en la fase decisiva del torneo continental.