El Chelsea se hace fuerte en Stamford Bridge y sella su clasificación para la gran final con dos tantos de Werner y Mount
Chelsea y Real Madrid han disputado esta noche el segundo encuentro de la llave de semifinales de la UEFA Champions League.
Los madridistas quisieron mandar en los primeros compases del encuentro, pero los ingleses supieron frenar a los jugadores blancos obligándoles a jugar en horizontal y generaron constante sensación de peligro saliendo al contraataque cada vez que lograban hacerse con el control del balón.
Primera parte: Werner y Mendy dan ventaja a los locales
El Real Madrid estaba obligado a anotar al menos un gol para tener opciones de superar la eliminatoria y Zidane volvió a encomendarse al dibujo del partido de ida para ello. Con las vueltas de Sergio Ramos y Mendy, el francés alineó a sus pupilos en 1-3-5-2, con Vinicius como carrilero diestro y Benzema y Hazard arriba, aunque el belga se descolgaba para ejercer de enganche.
La posesión tuvo color blanco desde el pitido inicial, pero eso no pareció inquietar a un Chelsea que tenía muy claras las claves del partido. Los londinenses salieron algo más replegados atrás, partiendo de 1-3-4-3, y dejaron progresar sin problemas a los madrileños hasta la divisoria, con una excepción. Cada vez que un jugador visitante recibía de espaldas había un jugador de azul pegado a su espalda para robar y sacar la transición rápida.
Así iba a llegar la primera gran ocasión del encuentro a los 17 minutos, cuando Chilwell se hacía con el balón en el costado izquierdo del ataque y sacaba un centro raso que Werner embocaba en la portería merengue, aunque en posición de fuera de juego.
El Madrid continuó dominando el encuentro desde la posesión del esférico, pero las jugadas eran demasiado planas, con demasiados pases en horizontal sin buscar profundidad, y los ataques acababan en tiros sin peligro desde la frontal del área. Hasta que el balón le llegó a Benzema.
El francés recibió un pase de Toni Kroos en el balcón del área y, tras revolverse ante el marcaje de los centrales, sacó un latigazo cruzado que obligó a Mendy a lucirse para evitar el primer tanto.
Apenas dos minutos tardarían los ‘blues’ en devolver el golpe, y se adelantaban en el marcador en el 27 de la primera mitad. Kanté, tras marcharse de Casemiro y fijar a Ramos con una gran conducción, abría el cuero a banda y Havertz estrellaba el balón en el travesaño superando con un globo a Courtois. Sin embargo, cuando parecía que havía pasado el peligro, el rechace llovido desde el cielo le quedó franco a Werner para que cabeceara a puerta vacía el 1-0.
El tanto local no modificó los planes de los madridistas, que continuaron dominando el juego y, esta vez sí, profundizaron algo más en campo contrario buscando la carrera de Vinicius por banda derecha.
A 10 minutos del final, Mendy volvería a vestirse de héroe para proteger la ventaja de su equipo y sacaba una mano extraordinaria a un testarazo a bocajarro de Benzema.
Segunda parte: El partido pudo acabar en goleada
El Chelsea tuvo la oportunidad de sentenciar la eliminatoria nada más volver de los vestuarios. Azpilicueta se marchaba con facilidad por el costado diestro del ataque y sacaba un centro medido al corazón del área, pero el testarazo de Havertz volvía a encontrarse con el larguero.
La ocasión de los londinenses fue una declaración de intenciones de los hombres de Tuchel, que adelantaron filas tras el descanso y buscaron aumentar su ventaja encerrando al Madrid en su propio campo.
Mason Mount dejaría helado al banquillo blanco en el minuto 52 cuando mandó arriba un nuevo mano a mano tras una dejada sublime de Havertz con la espuela.
Iban pasando los minutos y los madridistas seguían contra las cuerdas. Esta vez sería Havertz el que se iba a ver solo en el uno contra uno, pero Courtois despejaba el peligro con un pie milagroso abajo.
A la hora de partido, Zidane movió el banquillo para tratar de buscar la igualada y sustituyó a sus dos carrileros por Asensio y Valverde. Las sustituciones no supusieron un gran cambio estratégico, pero sí que ayudaron a sacudirse el dominio ‘blue’. Sin embargo, los londinenses continuaban generando constante peligro cada vez que lograban robar y salir en conducción.
El paso de los minutos obligó al Madrid a arriesgar cada vez más en ataque para igualar el encuentro y el Chelsea aprovechó los espacios a la espalda de la zaga para matar la eliminatoria en el minuto 84 de partido. Un robo de Kanté en campo rival llegaba a los pies de Pulisic, que tras remontar línea de fondo cedía atrás para que Mount hiciera el segundo a puerta vacía.
El pitido final del colegiado certificó la victoria del Chelsea, y desató la locura en el banquillo local. Los londinenses, que fueron superiores a su rival en los dos partidos de la eliminatoria, logran clasificarse para la gran final de Estambul y buscaran su segunda ‘orejona’ el próximo 29 de mayo ante el Manchester City.
