Un retrato sin firma mostrando a una joven vienesa está causando sensación en el mundo del arte tras ser vendido en una subasta por una cifra estimada entre 30 y 50 millones de euros, luego de permanecer muy bien conservado y nunca ser visto fuera de Austria.

El cuadro, iniciado en 1917 por el famoso pintor Gustav Klimt y nunca completado, muestra a una mujer de rasgos precisos, con una capa ricamente decorada de flores sobre un fondo rojo.

Sin embargo, la identidad de la modelo sigue siendo un misterio muy debatido en la prensa especializada, especulando que podría ser una de las hijas de la familia Lieser, destacada dinastía industrial judía.

El cuadro reapareció en manos de un comerciante nazi después de la Segunda Guerra Mundial, generando constantes y diversos argumentos sobre su procedencia.

Aunque algunos expertos critican el procedimiento de venta, el cuadro finalmente encontró un nuevo hogar en una colección privada de Hong Kong.