Es muy importante desarrollar desde niños algunas capacidades. Una de ellas, sin duda fundamental, es la resiliencia.
La resiliencia es esa capacidad que le permite al ser humano mantenerse a flote frente a las adversidades superarlas y fortalecerse a partir de ellas.
te presentamos una serie de estrategias que te ayudarán a fomentar la resiliencia en los niños. Se trata de acciones simples y hasta obvias, que sin embargo muchas veces van al saco del olvido.
- Es necesario que le enseñes a hacer amigos. El aislamiento es un factor que promueve la inseguridad y el miedo. Un niño aislado es un niño al que prestar atención. Piensa que no todos los niños cuentan con una gran habilidad para manejarse socialmente.
- La solidaridad y la Cooperación son fundamentales para el desarrollo emocional. Si el niño aprende a ayudar a los demás, se sentirá más útil y valioso. También fortalecerá su capacidad para establecer empatía. Esto en el futuro será uno de los pilares de su fortaleza psicológica.
- Establecer una rutina es fundamental para los niños, especialmente para los más pequeños. Les da una sensación de seguridad y de estabilidad. Disminuye sus temores y sus ansiedades porque saben lo que va a ocurrir a continuación
- El niño tiene que aprender a ser responsable con una motivación en el horizonte: su propio bienestar. Esto no quiere decir que deba cuidarse solo. Más bien que debe pensar en su bienestar físico y emocional cuando esté solo y no tenga el amparo de los padres o adultos de la familia.
- Para realizar las actividades de forma adecuada es bueno que el cuerpo esté descansado y la mente despejada. Por ejemplo, de nada sirve estudiar mucho si no dejamos que nuestra mente asimile y procese todo ese conocimiento con el que trabajamos.
- Es bueno que el niño aprenda a fijarse metas razonables en función de sus capacidades y recursos. El hecho de que aprenda a marcarse metas que van a demandarle un esfuerzo, pero que a mismo tiempo puede lograr, va a ser un refuerzo enorme para su autoestima.
- Hay muchos pequeños eventos cotidianos que el niño ve como grandes dificultades. Recuerda que son seres frágiles e inmaduros. Para ellos, no poder alcanzar tarro que está sobre un estante puede ser fuente de gran frustración.Es ahí donde es bueno que entres y conviertas ese “gran problema” en algo relajado, que se puede resolver.
Si aplicas estos sencillos consejos contribuirás a que el niño sea más resiliente. Es uno de esos regalos que, si se dan en la infancia, evitan muchos problemas en esa etapa y en etapas futuras.