Un equipo de cirujanos en China logró trasplantar un hígado de cerdo genéticamente modificado a un ser humano en muerte cerebral. La intervención experimental se realizó en el Hospital Militar Xijing y fue publicada en la revista Nature.

El procedimiento, considerado un avance en los xenotrasplantes, consistió en un trasplante heterotópico auxiliar, donde el nuevo órgano se implantó sin retirar el hígado original.

Durante diez días de seguimiento, el injerto funcionó correctamente, generando bilis, manteniendo niveles normales de enzimas hepáticas y demostrando capacidad de regeneración.

Para evitar el rechazo inmunológico, el hígado porcino fue modificado genéticamente con seis cambios clave. Además, el paciente recibió tratamientos inmunosupresores, lo que permitió mantener el órgano en buen estado sin complicaciones trombóticas.

Beatriz Domínguez-Gil, directora de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT), calificó el avance como una “aportación extraordinaria” a la medicina trasplantológica.

Sin embargo, aunque aún falta investigación, el fundador de la ONT, Rafael Matesanz, afirmó que este logro acerca la posibilidad de utilizar órganos animales para salvar vidas humanas.