China alcanzó un logro en su programa espacial al lanzar este viernes, una misión destinada a recoger muestras de la cara oculta de la Luna. El cohete despegó desde el Centro de Lanzamiento Espacial Wenchang en la provincia de Hainan, que forma parte del objetivo más amplio del país de llevar a cabo una misión tripulada al satélite terrestre para 2030.

La sonda Chang’e-6 tiene como objetivo principal recoger alrededor de dos kilogramos de material de la cara oculta de la Luna y traerlos de vuelta a la Tierra para su análisis. Este es el primer intento de este tipo en la historia de la exploración lunar, según la agencia estatal Xinhua.

De esta manera, la misión, que durará 53 días, es técnicamente compleja y busca lograr un hito sin precedentes: el despegue de un aparato desde la parte no visible de la Luna, que nunca es observable desde la Tierra.

Por otro lado, la nave espacial está programada para aterrizar en la Cuenca Aitken, uno de los mayores cráteres de impacto conocidos en el sistema solar, ubicado en el Polo Sur de la Luna. Allí, recogerá muestras de suelo y rocas, y realizará diversos experimentos en la zona de aterrizaje. Posteriormente, la sonda deberá despegar de la Luna y regresar a la Tierra.