Tormenta solar se mantiene en nivel “severo” y podría afectar redes eléctricas y navegación GPS
El Centro de Predicción del Clima Espacial (SWPC), adscrito a la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) de Estados Unidos, advirtió que la tormenta geomagnética que azota la Tierra mantendrá su nivel “G4” (severo) al menos hasta el jueves, antes de disminuir gradualmente el viernes y desaparecer por completo el sábado.
El sistema de clasificación de la NOAA establece cinco niveles de alerta, del G1 (menor) al G5 (extrema). La tormenta actual, una de las más intensas registradas en los últimos meses, ocurre cuando las partículas expulsadas por el Sol impactan el campo magnético terrestre.
Según el organismo, los efectos podrían incluir fallos o interrupciones en la red eléctrica, especialmente en el control de voltaje, así como afectaciones temporales en los sistemas de posicionamiento GPS. También se prevén interferencias en comunicaciones de radio de alta frecuencia y en la operación de naves espaciales.
El SWPC agregó que la alta actividad solar podría producir auroras boreales visibles en zonas poco habituales, incluyendo regiones tan al sur como Alabama y el norte de California. Los expertos recomiendan observar desde lugares oscuros, alejados de las luces urbanas, y usar cámaras con exposición prolongada para captar las luces en caso de que no sean visibles a simple vista.
Por su parte, la NASA confirmó que decidió aplazar el lanzamiento de su misión Escapade, que tiene como objetivo estudiar la interacción entre el viento solar y el campo magnético de Marte, debido a la intensa actividad solar registrada en las últimas horas.
El organismo espacial detalló que la fuerza magnética asociada a la tormenta solar se ha mantenido en niveles ocho veces superiores al promedio habitual. Según los reportes de la NOAA, en los últimos días se produjeron tres eyecciones de masa coronal desde el Sol, las cuales dieron origen a las actuales perturbaciones geomagnéticas.
De acuerdo con el último boletín, emitido hace aproximadamente siete horas, la situación continuará siendo monitoreada por los observatorios solares de la NOAA y la NASA, a fin de anticipar posibles alteraciones adicionales en los sistemas eléctricos y de comunicación global.



