Las remesas familiares alcanzaron su mayor participación en la economía salvadoreña al representar el 27.67 % del producto interno bruto (PIB) durante el segundo trimestre de 2025, según los datos del Banco Central de Reserva (BCR). Se trata del nivel más alto desde 1991, año en que inicia la serie estadística del banco.

De acuerdo con la institución, entre abril y junio ingresaron al país $2,567.9 millones, un crecimiento interanual del 17.6 %. El registro supera los picos observados en 2020 y 2021, cuando la contracción económica generada por la pandemia incrementó el flujo de dinero enviado desde el exterior.

El BCR señala que, en las últimas tres décadas, el aumento del flujo migratorio ha elevado el peso de las remesas dentro del PIB, pasando de un 16.02 % en 1991 al nivel actual. Estos envíos constituyen la principal fuente de divisas del país, por encima de exportaciones, inversión extranjera y turismo.

El informe indica que la tendencia al alza ocurre en un contexto de incertidumbre entre salvadoreños residentes en Estados Unidos, principal origen de las remesas, ante el anuncio de la Administración de Donald Trump sobre nuevas deportaciones.

Hasta octubre, las remesas acumulan $8,206.4 millones, un aumento de $1,265.8 millones respecto al mismo período de 2024, equivalente a un crecimiento del 18.2 %.

El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) sitúa a El Salvador como la tercera economía latinoamericana con mayor dependencia de remesas, con una participación del 27.3 %. Honduras encabeza la lista con un 30.4 %, seguida de Nicaragua con 30 %. Guatemala comparte el cuarto lugar con un 27.3 %.

Finalmente, en Centroamérica, estos ingresos mantienen un peso significativo en El Salvador, Guatemala, Nicaragua y Honduras, mientras que en Costa Rica y Panamá representan apenas el 0.7 % y 0.5 % del PIB, respectivamente.