Los servicios de emergencia de Hong Kong informaron este jueves que el incendio registrado en siete edificios de un complejo residencial dejó 65 personas fallecidas, al menos 70 hospitalizadas y más de 279 desaparecidas.

El incendio inició el miércoles por la tarde en el complejo Wang Fuk Court, en el distrito de Tai Po, donde residen unas 4.000 personas en 1.984 viviendas. El jefe del Ejecutivo, John Lee, confirmó que los incendios en las estructuras afectadas quedaron “totalmente bajo control”.

La búsqueda de información mantiene a cientos de familiares en centros de acogida y hospitales, a la espera de noticias sobre las personas no localizadas.

El fuego se propagó rápidamente debido a materiales inflamables usados en las obras de renovación exterior iniciadas en 2024. De acuerdo con los reportes, los andamios de bambú, mallas de seguridad, lonas impermeables y planchas de poliestireno expandido contribuyeron a la expansión de las llamas. Las autoridades calificaron como “inusual” la velocidad con que se extendió el siniestro e identificaron materiales altamente inflamables dentro de los edificios.

El Departamento de Bomberos desplegó 1.250 efectivos, 304 vehículos, 26 equipos especializados y cuatro drones para labores de vigilancia aérea, mientras continúa la inspección planta por planta. Los equipos trabajan con precaución ante el riesgo de colapso parcial del andamiaje.

El incidente supera en víctimas al incendio del edificio Garley, ocurrido en 1996 en Kowloon, que dejó 41 muertos. La tragedia vuelve a poner de relieve los riesgos asociados a la alta densidad poblacional y a la construcción vertical en Hong Kong, donde cualquier falla estructural puede tener un impacto significativo.