Trump recibe al presidente sirio Ahmed Al Sharaa en una cita histórica en la Casa Blanca
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, recibió este lunes 10 de noviembre de 2025 en la Casa Blanca a su homólogo sirio, Ahmed Al Sharaa, en una visita que marca un hecho inédito desde la independencia de Siria en 1946.
Al Sharaa, de 43 años, es un excombatiente rebelde que lideró la coalición islamista que derrocó al expresidente Bashar al Asad en diciembre pasado. En 2005 fue detenido por fuerzas estadounidenses en Irak por sus vínculos con Al Qaeda, pero Washington lo presenta ahora como “un líder fuerte”, según declaró Trump tras la reunión.
“Me cae bien”, afirmó el mandatario estadounidense, quien añadió que espera que Siria “se convierta en un país muy exitoso” después de más de una década de guerra civil. Trump destacó además que Al Sharaa “puede lograrlo” y consideró que su pasado difícil es parte de la fortaleza que necesita su país.
De acuerdo con un comunicado de la presidencia siria, ambos mandatarios abordaron temas regionales y la posibilidad de fortalecer la cooperación bilateral. Durante la visita, Estados Unidos otorgó una nueva suspensión de 180 días a las sanciones impuestas por la Ley César, mientras el gobierno de Trump busca su derogación definitiva.
Fuentes del Departamento de Estado informaron que Siria podrá reabrir su embajada en Washington y se incorporará a la coalición internacional contra el Estado Islámico. Un funcionario estadounidense explicó que la medida busca “mayor coordinación en seguridad y lucha contra el terrorismo”.
El enviado especial de Estados Unidos para Siria, Tom Barrack, confirmó que ambos países firmarían un acuerdo de cooperación en el marco de la Coalición Global para Derrotar a ISIS. Asimismo, Washington evalúa establecer una base militar cerca de Damasco para coordinar ayuda humanitaria y monitorear la situación en la frontera con Israel.
En los días previos a la visita, el Consejo de Seguridad de la ONU levantó las sanciones contra Al Sharaa por iniciativa estadounidense. Desde su llegada al poder, el presidente sirio ha tomado distancia de su pasado insurgente y ha buscado restablecer vínculos con Occidente, así como con países de la región, incluido Israel.
La reunión en Washington representa un giro significativo en la política exterior de ambos países, tras más de una década de hostilidades y aislamiento diplomático.



