El príncipe Andrés de Gran Bretaña anunció este viernes su decisión de renunciar a todos sus títulos reales, incluido el de duque de York, tras años de críticas y controversias por sus presuntos vínculos con el fallecido financiero estadounidense Jeffrey Epstein, acusado de encabezar una red de abuso sexual.

La medida marca un nuevo capítulo en la vida del tercer hijo de la reina Isabel II, quien ya había sido apartado de la vida pública en 2019.

En un comunicado oficial, Andrés explicó que las continuas acusaciones en su contra estaban afectando la imagen y el trabajo de su hermano, el rey Carlos III, así como la labor general de la familia real británica. “Por lo tanto, ya no usaré el título ni los honores que me han sido conferidos. Como ya he dicho, niego rotundamente las acusaciones en mi contra”, afirmó el príncipe.

Las acusaciones a las que se refirió el ahora exduque de York están relacionadas con su estrecha amistad con Jeffrey Epstein, quien fue condenado por delitos sexuales y posteriormente hallado muerto en prisión en 2019. Además, Andrés ha sido señalado por su supuesta relación con un presunto espía chino, lo que incrementó la presión pública y política en su contra.

A pesar de los señalamientos, el príncipe ha reiterado su inocencia y asegura que su renuncia busca proteger la estabilidad de la monarquía británica. “Esta decisión responde a mi deber hacia mi familia y mi país”, manifestó, recordando que ya había decidido retirarse de los actos oficiales hace cinco años.

“Con el consentimiento de Su Majestad, considero que debo dar un paso más”, concluyó Andrés en su comunicado, en el que formaliza su salida definitiva de la vida institucional del Reino Unido. Su renuncia representa un intento por cerrar uno de los capítulos más polémicos en la historia reciente de la monarquía británica.