El presidente Donald Trump ordenó el envío de 300 soldados de la Guardia Nacional a Chicago, tras calificar la ciudad como “zona de guerra”, medida que desató críticas de autoridades y activistas.

El gobierno de Estados Unidos declaró a la ciudad de Chicago como “zona de guerra” para justificar el despliegue de 300 efectivos de la Guardia Nacional, decisión tomada por el presidente, Donald Trump, sin el consentimiento de las autoridades locales, informó la cadena Fox News.

La secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, defendió la medida al afirmar que la ciudad enfrenta una situación de inseguridad comparable con un conflicto armado. Sin embargo, el gobernador de Illinois, J.B. Pritzker, calificó la acción como un intento de los republicanos por “sembrar el caos” y pidió la retirada inmediata de las tropas.

“Quieren crear la zona de guerra para poder enviar aún más tropas. Tienen que largarse de aquí cuanto antes”, declaró Pritzker en una entrevista.

En paralelo al despliegue militar, activistas y residentes denunciaron un operativo ejecutado por agentes de inmigración en un edificio de apartamentos del South Side de Chicago, donde fueron arrestadas 37 personas, según el Departamento de Seguridad Nacional.

Testigos relataron que los agentes llegaron en camionetas sin identificación, acompañados por un helicóptero Black Hawk, y que varios residentes, incluidos menores y ciudadanos estadounidenses, fueron retenidos con bridas.

El gobernador Pritzker solicitó una investigación sobre el operativo, tras recibir denuncias de que niños habrían sido separados de sus padres y tratados con “tácticas de estilo militar”.

De acuerdo con datos oficiales, más de mil inmigrantes han sido arrestados en la zona metropolitana de Chicago desde que comenzó la nueva ofensiva migratoria impulsada por la administración Trump el mes pasado.