El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, declaró el estado de excepción en Pichincha, Cotopaxi, Tungurahua, Chimborazo, Bolívar, Cañar, Azuay, Orellana, Sucumbíos y Pastaza, debido a la causal de grave conmoción interna, según el Decreto Ejecutivo 174. La medida tendrá una vigencia de 60 días.

La decisión se da en el contexto de protestas indígenas contra el aumento del precio del diésel, que, de acuerdo con Noboa, “se han tornado violentas”.

El decreto busca prevenir la radicalización de las medidas de hecho y proteger la vida e integridad de los ciudadanos, así como garantizar la libre circulación y el desarrollo de actividades económicas.

Durante el estado de excepción, se suspendió el derecho a la libertad de reunión, limitando la conformación de aglomeraciones en espacios públicos, aunque se permitirán protestas pacíficas que no afecten los derechos de terceros.

La medida se produce después de que la Corte Constitucional anulara recientemente un estado de excepción previo en cinco provincias, dejando vigente la medida solo en Carchi e Imbabura, considerada epicentro de las manifestaciones.

Según la Presidencia, las protestas de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie) han dejado un fallecido, más de 80 heridos y más de 100 detenidos, mientras que organizaciones de derechos humanos denunciaron 196 vulneraciones de derechos, principalmente atribuidas a las fuerzas de seguridad.