La Fiscalía General de la República (FGR) aseguró una mini refinería clandestina en la comunidad de La Trinidad, municipio de Tequisquiapan, Querétaro, donde se localizaron alrededor de 300 mil litros de combustible de procedencia ilícita. El operativo se llevó a cabo tras denuncias ciudadanas que alertaban por un olor intenso a gasolina en la zona.

De acuerdo con el reporte oficial, el predio operaba bajo la fachada de una recicladora, pero en su interior se halló una bodega equipada con calderas artesanales, ductos de distribución, bombas despachadoras y tanques cargados con gasolina y diésel. La infraestructura también permitía el refinamiento ilegal, lo que la convertía en uno de los centros de combustible robado de mayor dimensión detectados en la región.

El cateo fue ejecutado con una orden judicial y contó con la participación de la Guardia Nacional, el Ejército Mexicano, así como policías estatales y municipales. La intervención se prolongó por más de cuatro horas, tiempo durante el cual peritos y especialistas químicos recolectaron muestras para su análisis. Protección Civil y bomberos voluntarios permanecieron en resguardo ante el riesgo de incendio o explosión.

En un caso paralelo, días antes se decomisaron 60 mil litros de combustible robado en la colonia Ojo de Agua, en Tijuana, Baja California. Según las autoridades, el inmueble estaba acondicionado con estructuras que simulaban una fachada comercial para ocultar el acopio de combustible robado. Tras la intervención, técnicos de Petróleos Mexicanos (Pemex) inhabilitaron la conexión clandestina y trasladaron el hidrocarburo asegurado.

Ambos predios quedaron bajo resguardo de la FGR mientras continúan las investigaciones correspondientes.