Colombia cancela la Línea de Crédito Flexible del FMI y suspende acceso a recursos

El Banco de la República confirmó que Colombia canceló la LCF del FMI, manteniendo suspendido el acceso a USD 8.100 millones hasta el vencimiento del acuerdo.
El Banco de la República informó que Colombia decidió cancelar la Línea de Crédito Flexible (LCF) del Fondo Monetario Internacional (FMI), manteniendo suspendido el acceso a sus recursos hasta el vencimiento del acuerdo vigente. La LCF, aprobada en abril de 2024 por un monto equivalente a USD 8.100 millones, funcionaba como un mecanismo precautorio frente a riesgos externos.
La suspensión del acceso a los recursos se había iniciado el 26 de abril de 2025, luego de la evaluación de la consulta del Artículo IV del FMI. Según el Emisor, la decisión se sustenta en la “actual solidez de la liquidez internacional del país”, respaldada por reservas internacionales de USD 65.500 millones. Estas cifras se fortalecieron gracias a la acumulación de USD 1.500 millones en 2024 y a la rentabilidad de los portafolios, que generó USD 4.500 millones entre 2024 y 2025.
El gerente general del Banco de la República, Leonardo Viilla, señaló que la percepción crediticia de Colombia no se verá afectada, y que la cancelación “no tendrá implicaciones financieras relevantes”. Además, precisó que el cronograma de pagos de la LCF se mantiene, y que la única cuota pendiente será abonada en diciembre de 2025.
Reacciones y contexto político
La medida generó críticas de exfuncionarios y economistas. La exvicepresidente Marta Lucía Ramírez aseguró que la cancelación de la LCF “nos aleja de la estabilidad lograda en nuestro gobierno” y calificó la decisión como “un paso al abismo económico”. Por su parte, la economista Adriana Oviedo advirtió que la salida de la LCF “cristaliza un problema de credibilidad fiscal en Colombia” y señaló que el Gobierno se ve obligado a ajustes para retomar la sostenibilidad de la deuda.
El Banco de la República enfatizó que mantiene un diálogo con el FMI para abordar cualquier aspecto necesario, a pesar de la cancelación del acuerdo.