En un acuerdo diplomático, el primer ministro del Reino Unido, Keir Starmer, anunció este domingo el reconocimiento formal del Estado de Palestina, con el objetivo de “revivir la esperanza de la paz” entre palestinos e israelíes y avanzar hacia una solución basada en dos Estados soberanos.

El anuncio fue realizado mediante un video pregrabado y difundido en redes sociales, donde Starmer subrayó la urgencia de actuar frente a la creciente crisis en Oriente Medio.

“Ante el creciente horror en Oriente Medio, actuamos para mantener viva la posibilidad de la paz y una solución de dos Estados. Esto significa un Israel seguro y protegido junto a un Estado palestino viable. Por el momento no tenemos ninguno de los dos”, declaró.

Starmer dejó claro que esta decisión no representa una concesión a Hamás, organización considerada terrorista por el Reino Unido, la Unión Europea y Estados Unidos.

“Hamás es una organización terrorista brutal. Esta solución no es una recompensa para Hamás, porque Hamás no puede tener futuro ni puede tener ningún papel en el Gobierno ni en la seguridad de Gaza”, añadió, adelantando también nuevas sanciones contra miembros del grupo islamista en las próximas semanas.

De esta manera, los gobiernos de Canadá y Australia también anunciaron el reconocimiento oficial del Estado de Palestina, marcando un esfuerzo internacional coordinado para relanzar el diálogo de paz en la región.

El primer ministro canadiense, Mark Carney, afirmó:

“Canadá reconoce al Estado de Palestina y ofrece su colaboración para construir un futuro pacífico tanto para el Estado de Palestina como para el Estado de Israel”.

Por su parte, el primer ministro australiano Anthony Albanese, acompañado de su ministra de Exteriores Penny Wong, declaró que esta medida responde a un esfuerzo global por impulsar la solución de dos Estados.

“Australia reconoce las aspiraciones legítimas y de larga data del pueblo de Palestina a tener un Estado propio”.

Con este anuncio, más de 150 países en el mundo reconocen oficialmente al Estado de Palestina. La acción conjunta de tres potencias occidentales busca reavivar el impulso diplomático hacia una paz duradera en Oriente Medio, en un contexto marcado por el estancamiento de las negociaciones y el aumento de la violencia en la región.