Trump expresa sorpresa por la condena de Bolsonaro

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, expresó este jueves su sorpresa tras la condena del expresidente brasileño Jair Bolsonaro, quien fue sentenciado a 27 años y tres meses de prisión por intentar revertir el orden democrático en Brasil. Trump, quien fue uno de los primeros líderes mundiales en reaccionar, aseguró que estaba “muy sorprendido” por la decisión judicial.
El mandatario estadounidense, quien sigue siendo una figura influyente en la política internacional, recordó que conoció bien a Bolsonaro y lo consideraba un “buen presidente”. Además, Trump comparó el proceso judicial que enfrentó Bolsonaro con el que él mismo vivió tras ser imputado por instigar el asalto al Capitolio en 2021, un caso que finalmente fue desestimado tras su reelección. “Es muy parecido a lo que intentaron hacer conmigo, pero no se salieron con la suya”, señaló Trump.
En una línea similar, el secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, condenó la condena de Bolsonaro, calificándola como una “caza de brujas” y acusando al juez Alexandre de Moraes, de la Corte Suprema de Brasil, de liderar una persecución política en contra del expresidente. Rubio se mostró firme en la postura de que el Gobierno de Estados Unidos responderá ante esta “injusticia”.
La respuesta del Gobierno brasileño no se hizo esperar. A través de un comunicado, el Ministerio de Exteriores de Brasil rechazó las declaraciones de Rubio, asegurando que las “amenazas” provenientes de funcionarios estadounidenses no intimidarán a la democracia del país. “Amenazas como la realizada hoy no intimidarán nuestra democracia”, dijo el gobierno brasileño, defendiendo la independencia del poder judicial en su país.
La condena a Bolsonaro, que fue dictada por la Corte Suprema de Brasil con una votación de cuatro votos a uno, responde a su rol como líder de una conspiración destinada a impedir que Luiz Inácio Lula da Silva asumiera la presidencia tras ganar las elecciones de 2022. La acusación señala que Bolsonaro lideró una serie de acciones que incluyeron protestas, desinformación y el asalto a las sedes de la presidencia, el parlamento y la Corte Suprema en enero de 2023.
En respuesta a esta condena, el Gobierno brasileño ya había sido objeto de tensiones diplomáticas con Estados Unidos, como lo evidenció la reciente imposición de un arancel del 50% a productos brasileños por parte de Trump, una medida rechazada por el presidente Lula.