El activista conservador y comentarista Charlie Kirk, estrecho aliado del presidente Donald Trump, fue asesinado el miércoles tras recibir un disparo en el cuello mientras participaba en un evento en la Universidad Utah Valley, en Orem, Utah.

Según testigos y varios videos en redes sociales, el incidente ocurrió mientras Kirk hablaba ante cientos de personas, quedando gravemente herido. El presidente Trump confirmó la muerte de Kirk en sus redes sociales, calificándolo de “gran patriota” y expresando sus condolencias a su familia.

El tiroteo ocurrió en medio de una multitud de aproximadamente dos mil personas. El sospechoso del ataque fue detenido por las autoridades, aunque el FBI indicó que fue liberado tras un interrogatorio, y la investigación continúa abierta. El campus fue evacuado inmediatamente después del tiroteo y las clases fueron suspendidas.

Trump prometió que su administración “perseguirá a los culpables”, mientras que figuras cercanas a Kirk, como Jack Posebic, aseguraron que la muerte del comentarista es un reflejo de la “guerra política” que, según ellos, se libra en el país.

El FBI y las autoridades locales siguen investigando el caso mientras el país reacciona con indignación a este acto de violencia, mientras que Trump ha ordenado que las banderas ondeen a media asta en honor a Kirk.