Kylian Mbappé, delantero del Real Madrid y figura de la selección francesa, se sinceró en una entrevista con L’Équipe en la que abordó su relación con el fútbol, su vida personal y los desafíos que ha enfrentado fuera de la cancha.

El atacante reconoció que, pese a su éxito, la industria futbolística le genera rechazo: “Sinceramente, si no tuviera esta pasión, el mundo del fútbol me habría dado asco hace mucho tiempo”. Añadió que nunca recomendaría a un hijo suyo adentrarse en este deporte.

Sobre las exigencias que enfrenta, afirmó que no teme a la crítica porque es “más exigente que la mayoría” y confesó que no acepta el fracaso. También reflexionó sobre cómo la fama y el dinero complican las relaciones personales: “Cuanto más dinero tienes, más problemas tienes. La gente quiere conservar la imagen de cuando eras niño, pero ya no eres el mismo”.

En cuanto al futuro de la selección francesa, Mbappé destacó que Zinedine Zidane sería el sucesor natural de Didier Deschamps tras el Mundial de 2026: “Es Zidane. Nadie le va a decir que no. Solo él puede decir que no”.

El delantero también se refirió al caso de presunta violación en Suecia con el que se le relacionó y que fue archivado. Lamentó la forma en que se manejó mediáticamente: “Fue triste ver cómo se aprovecharon de un tema tan serio. Nadie se preguntó qué pasó con la posible víctima”.

Finalmente, habló de su disputa legal con el PSG, al que reclama 55 millones de euros por salarios y primas impagadas: “Firmé un contrato de trabajo. Solo quería que me pagaran lo que me debía. Amo al PSG, pero es mi derecho”.