Los restos del padre Chema llegan a El Salvador para su último adiós

El padre José María Tojeira, conocido popularmente como el padre Chema, llegó este martes a El Salvador para recibir honras fúnebres y ser sepultado en la capilla Jesucristo Liberador de la Universidad Centroamericana (UCA), junto a los jesuitas asesinados en 1989 durante la guerra civil.
El sacerdote falleció el pasado viernes en Ciudad de Guatemala y fue trasladado a la parroquia El Carmen, en Santa Tecla, donde permanece en velación entre martes y miércoles. Decenas de fieles se han acercado al templo para despedirse de quien fuera recordado por su cercanía y compromiso con las causas sociales.
El jesuita Leopoldo Galdámez expresó que su muerte fue inesperada, ya que Tojeira gozaba de buena salud y seguía activo en su labor pastoral. “Es una pérdida enorme; deja un legado muy grande, iluminando desde la fe la realidad del país y sus conflictos”, afirmó.
El miércoles por la noche, el féretro será trasladado al Polideportivo de la UCA, donde el jueves se celebrará una misa exequial antes de su entierro en la capilla que guarda los restos de los seis jesuitas y dos mujeres asesinados en 1989. Tojeira fue un referente en la búsqueda de justicia para este crimen y en la denuncia de las violaciones a los derechos humanos.
Originario de Vigo, España, Tojeira llegó a Centroamérica en 1969 y se estableció en El Salvador en 1985, donde tres años después fue nombrado provincial de los jesuitas. Tras la masacre de la UCA, se convirtió en una de las voces más firmes contra la impunidad y en defensor constante de los sectores más vulnerables de la región.
La comunidad jesuita y los salvadoreños lo recuerdan como un hombre que entregó su vida a la fe, la justicia y la memoria histórica, manteniendo vivo el compromiso con las víctimas del conflicto armado.