Desinformación sobre el tirador de Minneapolis afecta a la comunidad trans

El trágico tiroteo en la escuela católica de La Anunciación en Minneapolis ha desatado una ola de desinformación, especialmente sobre la identidad de género del atacante, Robin Westman, quien llevó a cabo el crimen el 27 de agosto de 2025. La narrativa promovida por algunos miembros de la Administración Trump y perfiles conservadores ha tratado de vincular la violencia del atacante con su identidad transgénero, alimentando una ola de ataques contra la comunidad transgénero.
Pese a que el atacante se identificó como trans en el pasado, investigaciones revelan que la incidencia de personas trans en tiroteos masivos es mínima, con estadísticas que no respaldan la premisa de que las personas trans estén relacionadas con la violencia en estos casos. Además, la información obtenida por ABC News revela que la licencia de conducir de Westman figura como mujer, aunque un tribunal aprobó un cambio de nombre a Robin en 2020 a petición de su madre, quien indicó que su hijo se identificaba como mujer en ese momento.
Antes del ataque, Westman compartió en YouTube un diario donde parecía arrepentirse de su cambio de identidad, diciendo que estaba cansado de ser trans y deseaba no haber sido influenciado en esa dirección. Sin embargo, no está claro si se sometió a terapias hormonales o cirugía de cambio de sexo. En sus escritos, Westman expresó violentas fantasías, incluida su intención de matar niños, lo que reflejaba su odio hacia ellos.
A pesar de que no existe una correlación entre la violencia de tiroteos masivos y la identidad de género de los atacantes, figuras públicas como la secretaria de Seguridad Nacional de EE.UU., Kristi Noem, y otros miembros de la administración han utilizado el ataque para promover una narrativa errónea sobre las personas trans y su relación con la violencia.
Mientras tanto, las autoridades continúan investigando el caso. El alcalde de Minneapolis, Jacob Frey, ha denunciado que algunos están utilizando esta tragedia para “satanizar a la comunidad trans” y ha pedido que el enfoque se mantenga en las víctimas y en la necesidad de abordar las raíces de la violencia en la sociedad estadounidense.