Fuertes lluvias provocaron al menos 20 muertes este lunes en el norte de Pakistán, donde desde mediados de la semana pasada más de 300 personas han perdido la vida a causa de precipitaciones monzónicas, según informaron autoridades locales.

Las intensas lluvias han generado inundaciones, desbordes y deslizamientos de tierra que arrasaron pueblos enteros, dejando a habitantes atrapados y más de 200 desaparecidos.

Un funcionario del distrito de Swabi, en la provincia montañosa de Khyber Pakhtunkhwa, fronteriza con Afganistán, indicó que un aguacero destruyó varias viviendas y causó la muerte de más de 20 personas.

Otras localidades también fueron devastadas por lluvias intensas en poco tiempo, confirmando la cifra de fallecidos, mientras que las recientes precipitaciones interrumpieron los esfuerzos de rescate de voluntarios y equipos de emergencia.

Nisar Ahmad, voluntario de 31 años en Buner, uno de los distritos más afectados, señaló que 12 aldeas fueron destruidas y se recuperaron 219 cuerpos, muchos aún sepultados bajo lodo y rocas, que solo podrían ser extraídos con maquinaria pesada. Además, los caminos improvisados construidos para acceder a la zona fueron nuevamente arrasados por el agua.

Numerosas personas huyeron hacia estructuras parcialmente dañadas o buscaron refugio en las montañas de Buner. Hazrat Ullah, un joven residente de 18 años, relató que niños y mujeres escapaban hacia las alturas. Hasta el momento, más de 340 personas han muerto desde el inicio de las lluvias y se esperan nuevas inundaciones repentinas en los próximos días.