Fabricantes de helado en EE. UU. eliminarán colorantes artificiales
Bajo la creciente presión del secretario de Salud de Estados Unidos, Robert F. Kennedy Jr., las principales marcas de helado del país anunciaron que eliminarán gradualmente los colorantes artificiales de sus productos antes de que finalice 2027. La medida busca reducir el uso de aditivos innecesarios en la dieta estadounidense.
La decisión fue confirmada por la Asociación Internacional de Alimentos Lácteos (IDFA, por sus siglas en inglés), que agrupa a más de 40 fabricantes del sector, entre ellos firmas como Turkey Hill, cuya directiva afirmó que muchos ya están en proceso de transición hacia ingredientes más naturales.

“Este es un gran día para los productos lácteos y un gran paso para hacer a Estados Unidos saludable de nuevo”, declaró Michael Dykes, presidente de la IDFA, citando el lema del secretario Kennedy, que remite al eslogan político del expresidente Donald Trump.
Kennedy Jr., reconocido defensor de la alimentación saludable, ha encabezado una campaña para suprimir el uso de colorantes sintéticos derivados del petróleo, algunos de los cuales han sido vinculados por diversos estudios con efectos adversos como el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), cáncer, diabetes, alteraciones genéticas y problemas digestivos.
“Estoy particularmente feliz de estar aquí hoy porque esto es relevante para mi comida favorita, que es el helado”, expresó Kennedy durante la conferencia de prensa, destacando que entre el 35% y el 40% de la industria alimentaria ya ha asumido compromisos similares, además del 35% correspondiente a empresas ecológicas o que usan ingredientes naturales.
Como parte de su estrategia, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) ha acelerado la aprobación de colorantes naturales. Desde el mandato del expresidente Trump, se han autorizado al menos cuatro nuevos aditivos naturales.
No obstante, la transición enfrenta resistencia. La multinacional Mars, por ejemplo, asegura que sus productos cumplen con las normativas vigentes y son seguros.
Con un consumo per cápita anual de 8,6 kilos, el helado ocupa un lugar destacado en la dieta estadounidense.



