La violencia se intensifica en la Franja de Gaza por nuevos bombardeos israelíes que dejaron alrededor de 52 personas muertas, entre ellas mujeres y niños, según informes de la Defensa Civil palestina. La ofensiva coincide con el Día de Jerusalén en Israel y la continuación de las operaciones militares para recuperar a los rehenes en manos de Hamás.

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, reiteró que continuará con su “misión” de traer de vuelta a los rehenes, vivos o muertos, retenidos por el grupo islamista Hamás desde el inicio del conflicto. “Nada nos detendrá”, declaró.

Uno de los bombardeos fue dirigido a la escuela Fami Aljerjawi, en Ciudad de Gaza, donde al menos 33 personas murieron y decenas más resultaron heridas. Según el Ejército israelí, en el lugar se encontraban “terroristas de alto perfil”, y afirmó haber tomado “numerosas medidas para mitigar el riesgo a la población civil”.

Otro ataque aéreo en Jabaliya, en el norte de Gaza, golpeó una vivienda familiar y provocó la muerte de 19 personas.

Mientras tanto, una fuente de Hamás afirmó que el grupo aceptó una propuesta de tregua presentada por el emisario estadounidense Steve Witkoff. Sin embargo, el portavoz del diplomático negó que se haya alcanzado tal acuerdo, dejando en entredicho la posibilidad de una desescalada en el corto plazo.

Israel, por su parte, reportó que tres proyectiles fueron lanzados desde Gaza, uno de los cuales fue interceptado por su sistema de defensa antimisiles.