Masacre en Préval: al menos 50 muertos en una ola de violencia en Haití

Al menos 50 personas fueron asesinadas, muchas decapitadas y calcinadas, en la comunidad de Préval, en el centro del país, como parte de una brutal represalia ejecutada por una coalición de grupos de autodefensa. La masacre ocurrió tras el asesinato de uno de sus miembros a manos del grupo armado Gran Griff.
De acuerdo con fuentes locales, entre las víctimas hay menores de edad, adultos mayores y jóvenes. Los cuerpos han sido hallados dentro de viviendas incendiadas, en campos y ríos, algunos en estado de descomposición y otros devorados por animales. La cifra de fallecidos podría aumentar, ya que muchas zonas permanecen bajo control de los agresores y los cadáveres no han podido ser recuperados.
La portavoz de la Comisión de Diálogo y Reconciliación para Salvar Artibonite, Bertide Horace, aseguró que la zona sigue siendo inaccesible por la presencia de los grupos armados. Horace, quien perdió familiares en la masacre, denunció que entre los crímenes figura la decapitación del pastor Jacques Brutus, de 86 años, y otras 14 personas dentro de la iglesia Maranatha, que también funcionaba como escuela.
Los responsables arrastraron cuerpos decapitados hasta el cruce frente a la iglesia y los arrojaron al río Artibonite. A pesar de la cercanía de una comisaría policial, no hubo intervención para proteger a la población. Horace lamentó que, en lugar de combatir a las bandas, algunos grupos de autodefensa se han convertido en estructuras criminales que financian sus operaciones con peajes ilegales.
La Conferencia Episcopal de Haití expresó su dolor y exigió justicia para las víctimas, al tiempo que responsabilizó al Estado por su inacción. La masacre de Préval ocurre en un contexto de crisis profunda: solo en los primeros tres meses del año, más de 1,600 personas han muerto en hechos violentos, y la cifra de desplazados internos supera el millón.