El exdiputado ucraniano prorruso Andréi Portnov, de 52 años, fue asesinado a tiros en Pozuelo de Alarcón, una exclusiva localidad al noroeste de Madrid. Según fuentes oficiales, el crimen ocurrió poco después de que Portnov dejara a sus hijos en el Colegio Americano, cuando fue atacado al subir a su vehículo.

Los agresores se acercaron al exfuncionario mientras este intentaba entrar a su Mercedes negro de alta gama y le dispararon en la cabeza y la espalda antes de huir hacia la Casa de Campo, una extensa zona boscosa entre Madrid y Pozuelo.

La Policía Nacional confirmó haber recibido una llamada de emergencia a las 9:15 a.m. y desplegó de inmediato un amplio operativo de búsqueda que incluye drones y un helicóptero para dar con el paradero de los autores del asesinato.

Portnov fue un personaje central en el entorno del expresidente ucraniano Viktor Yanukóvich, derrocado tras las protestas del Euromaidán en 2014. Tras la caída del gobierno, Portnov huyó a Rusia y fue objeto de investigaciones en Ucrania por presuntos delitos de traición, corrupción y violaciones a los derechos humanos.

Durante un tiempo, sus bienes fueron congelados por orden del Tribunal General de la Unión Europea, aunque esas sanciones fueron posteriormente anuladas. En 2021, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos lo incluyó en su lista de sancionados, acusándolo de establecer una red de influencia dentro del sistema judicial ucraniano mediante sobornos.

De esta manera, el asesinato de Portnov se suma a una serie de casos violentos de alto perfil en España que involucran a ciudadanos rusos y ucranianos, especialmente desde el inicio de la invasión rusa a Ucrania en 2022.

La Policía Nacional continúa con las investigaciones para esclarecer las circunstancias del crimen y determinar si existe una conexión internacional detrás del asesinato de Portnov, cuya muerte podría tener implicaciones diplomáticas dada su trayectoria política.