En la madrugada del 7 de mayo, Rusia ejecutó un ataque combinado con misiles y drones contra Kiev, dejando al menos dos muertos y ocho heridos, incluidos cuatro niños, según informaron las autoridades ucranianas.

La ofensiva, que se prolongó por ocho horas, incluyó el lanzamiento de un misil balístico y 28 drones Shahed de fabricación iraní. Las defensas aéreas ucranianas lograron interceptar el misil y 11 de los drones; sin embargo, los restantes impactaron en varios distritos de la capital, causando daños significativos.

En el distrito de Shevchenkivskyi, un edificio residencial fue alcanzado, provocando un incendio que resultó en la muerte de dos personas. En Sviatoshynskyi, los restos de un dron dañaron un edificio de nueve plantas, hiriendo a cinco personas. En Dnipró, los pisos superiores de un edificio fueron destruidos por el impacto de un dron, mientras que en Solomyansk, un misil interceptado causó daños en las plantas superiores de otro edificio.

Este ataque se produce en vísperas del desfile conmemorativo del 80º aniversario de la victoria soviética sobre los nazis en Moscú, al que asistirá el presidente chino Xi Jinping. A pesar de la tregua unilateral de tres días anunciada por Vladimir Putin a partir del 8 de mayo, Ucrania la considera insuficiente y exige un alto el fuego de al menos 30 días.