El papa Francisco será sepultado de la forma más humilde, como él lo pidió

Este sábado 26 de abril, el papa Francisco será sepultado en una ceremonia cargada de tradición y humildad en la basílica de San Pedro, cumpliendo así su deseo de partir con sencillez. El acto pondrá fin a tres días de homenajes en los que cerca de 250,000 fieles desfilaron para despedirlo.
El cardenal camarlengo, Kevin Joseph Farrell, lideró este viernes la ceremonia de cierre del féretro de forma privada, siguiendo antiguos rituales vaticanos. El cuerpo de Francisco fue depositado en un ataúd sencillo de madera, sellado y marcado únicamente con su escudo pontificio. Fiel a su estilo de vida austero, descansará con los zapatos que usó en su día a día.

La ceremonia estuvo llena de simbolismo: se colocó un velo blanco sobre su rostro, se bendijo el cuerpo con agua bendita, y dentro del ataúd se depositaron monedas y medallas acuñadas durante su pontificado, junto a un “rogito”, un documento sellado que recoge los hechos más relevantes de su vida. En este acta, escrita en latín, se resalta su defensa de los más vulnerables, su preocupación por el medioambiente y su lucha contra los abusos dentro de la Iglesia.
El acta fue leída por el maestro de ceremonias Diego Ravelli y firmada por varios cardenales, entre ellos Giovanni Battista Re, quien oficiará el funeral, Pietro Parolin, secretario de Estado, y Mauro Gambetti, arcipreste de la basílica.
Después del rito de sellado del féretro, frailes del capítulo de San Pietro velarán sus restos durante toda la noche. Este sábado, un cortejo solemne llevará el ataúd hasta la basílica de Santa María La Mayor, lugar que Francisco eligió como su morada final por su profunda devoción a la Virgen ‘Salus Populi Romani’.
Se espera la presencia de delegaciones de 130 países y organismos internacionales en una despedida que, como fue su vida, estará marcada por la humildad y el profundo amor a los más necesitados.