Los nuevos aranceles del 25% a las importaciones de aluminio y acero en Estados Unidos, impuestos por el presidente Donald Trump, podrían encarecer las latas de aluminio, afectando la industria de bebidas y alimentos enlatados.

Ante este escenario, James Quincey, CEO de Coca-Cola, indicó en una llamada con inversionistas que la compañía podría priorizar el uso de botellas de plástico PET como alternativa. “Si las latas de aluminio se vuelven más caras, podemos poner más énfasis en las botellas PET”, explicó Quincey.

A pesar de que la empresa ha buscado ampliar sus opciones de empaques de aluminio, recientemente redujo sus objetivos de sostenibilidad, pasando de un 50% de contenido reciclado para 2030 a un 35-40% para 2035.

El cambio a botellas de plástico podría generar críticas, ya que Coca-Cola ha sido señalada durante seis años consecutivos por Greenpeace como el mayor contaminante de plástico del mundo.

La compañía aseguró que el impacto de los aranceles en su negocio global no es significativo, pero estudia otras estrategias para mitigar el aumento de costos, como obtener más aluminio a nivel nacional o trasladar algunos costos a los clientes.