El colectivo Buscadoras por la Paz reportó 35 fosas clandestinas en un cementerio no registrado en el estado de Sonora, en el noroeste de México.

El descubrimiento se realizó el jueves 30 de enero de 2025, y se estima que más de 50 personas podrían haber sido enterradas en el lugar, víctimas de desapariciones forzadas.

Cecilia Delgado, fundadora del colectivo y madre de Jesús Ramón, quien fue encontrado sin vida después de ser desaparecido explicó que la información que los llevó al cementerio clandestino llegó por medio de mensajes anónimos.

“Fue por una llamada anónima que nos indicaron el lugar, aunque nos dijeron que estaba más adelante. Al final, encontramos 35 fosas y sabemos que pueden haber muchas más”, relató Delgado.

El cementerio se encuentra a lo largo de la Carretera 26, que conecta las ciudades de Hermosillo y Bahía de Kino, en el lecho de un arroyo cerca del kilómetro 20. Delgado detalló que la ubicación es ideal para la actividad criminal, ya que es un área alejada de la vista pública y permite la excavación de fosas de manera discreta.

“Está el lugar blandito para hacer las fosas y nadie los ve. Y si los ven, nadie les dice nada”, señaló la activista.

A la búsqueda se unieron también las integrantes del colectivo Guerreras Buscadoras de Guaymas y Empalme, quienes se sumaron solidariamente al esfuerzo para encontrar y devolver a sus hogares a las víctimas de desaparición forzada.

Ante los hechos, el fiscal general de Justicia en Sonora, Gustavo Rómulo Salas Chávez, confirmó el hallazgo y advirtió que procesar la escena del crimen para extraer los restos humanos llevará varias semanas.

La identidad y el número de víctimas se determinarán mediante pruebas genéticas, un proceso que, según las autoridades, es crucial para proporcionar claridad a las familias afectadas.