En un discurso inaugural lleno de declaraciones contundentes y promesas polémicas, Donald Trump asumió la presidencia como el 47° presidente de Estados Unidos, marcando el inicio de su segunda administración tras una década de intensa polarización política en el país.

Frente a miles de asistentes en el Capitolio, y con su predecesor Joe Biden a escasos metros, Trump hablo sobre la administración saliente por lo que describió como una “incapacidad de manejar una crisis simple en casa”, al tiempo que anunció un paquete de decretos que prometen cambiar drásticamente el rumbo del país.

Trump declaró que entre sus primeras acciones como presidente estará la firma de decretos ejecutivos destinados a reforzar la seguridad en la frontera sur de Estados Unidos, declarando una emergencia nacional para destinar recursos inmediatos al control migratorio. “Todo se trata de sentido común”, afirmó. Trump reiteró que su prioridad será “proteger las fronteras de Estados Unidos en lugar de financiar la defensa de fronteras extranjeras”.

En una de las propuestas más inusuales de su discurso, Trump reafirmó su intención de cambiar el nombre del Golfo de México a “Golfo de Estados Unidos”, argumentando que el país merece “reclamar su lugar legítimo como la nación más poderosa del mundo”. Esta propuesta, que ya había sido adelantada en una conferencia de prensa a principios de mes, ha generado reacciones mixtas y burlas en redes sociales.

La ceremonia inaugural Trump presento una agenda cargada de propuestas que prometen generar intensos debates a nivel nacional e internacional.