OMS investiga posible alerta de brote de Marburgo en Tanzania
La Organización Mundial de la Salud (OMS) confirmó este miércoles, la muerte de 8 personas a causa de un brote sospechoso del virus de Marburgo en el oeste de Tanzania.
Aunque se espera la confirmación oficial a través de pruebas de laboratorio, la OMS ha alertado sobre el alto riesgo de propagación en la región, aunque ha señalado que la probabilidad de una expansión global es baja.
El posible brote fue detectado el 10 de enero, cuando las autoridades locales informaron sobre casos sospechosos en los distritos de Biharamulo y Muleba, ubicados en la región de Kagera, cerca de las fronteras con Ruanda, Uganda y Burundi.
Para el 11 de enero, se habían registrado 9 casos, de los cuales ocho resultaron fatales. Los enfermos presentaron síntomas típicos de la enfermedad, como fiebre alta, dolor de cabeza y espalda, diarrea, vómitos con sangre y, en fases avanzadas, hemorragias externas.
Un virus con alta tasa de mortalidad
El virus de Marburgo, al igual que el ébola, provoca hemorragias internas y externas, y tiene una tasa de mortalidad que puede alcanzar hasta el 88%. El periodo de incubación varía entre 2 y 21 días, y el virus se transmite a los humanos a través del contacto directo con fluidos corporales de personas infectadas, como sangre, saliva, vómitos u orina.
De esta manera, los murciélagos de la fruta son considerados los huéspedes naturales del virus, y el contagio puede ocurrir cuando los humanos entran en contacto con animales infectados o sus excrementos.
Aunque actualmente no existen vacunas ni tratamientos específicos para el virus, las autoridades tanzanas han comenzado a tomar medidas preventivas, incluyendo la identificación de contactos cercanos de los casos confirmados, como trabajadores sanitarios, y la intensificación de las actividades de vigilancia en la región.
La OMS también ha destacado la importancia de mantener la alerta para evitar la propagación de la enfermedad a otras zonas del país o de la región.
Marburgo: un virus letal
Descubierto en 1967, en la ciudad alemana de Marburgo, el virus que lleva su nombre es conocido por su rápida acción y alta letalidad. En los primeros casos de infección, trabajadores de laboratorio que investigaban monos traídos de Uganda contrajeron la enfermedad, lo que originó el nombre del virus.
A pesar de los avances en la medicina, todavía no existe una vacuna o tratamiento específico para Marburgo, lo que hace que los brotes sean particularmente devastadores en las comunidades afectadas.
Finalmente, las autoridades tanzanas y la OMS están trabajando de manera coordinada para controlar este brote y evitar su expansión, mientras se esperan más resultados de las pruebas para confirmar la presencia del virus en la región.