Un total de 60 cadáveres han sido recuperados desde el lunes, en las operaciones de rescate llevadas a cabo en la mina de oro de Buffelsfontein, ubicada en el noreste de Sudáfrica, donde cientos de mineros irregulares, conocidos como “zama zamas”, han estado atrapados durante más de dos meses.

La Policía sudafricana, que ha cercado la zona desde hace meses para desalojar a estos trabajadores ilegales, ha intensificado las operaciones de rescate para salvar a aquellos que aún permanecen bajo tierra.

La portavoz policial, brigadier Athlenda Mathe, informó que el martes, en el segundo día de las operaciones, fueron extraídos 106 mineros ilegales vivos, los cuales fueron arrestados y detenidos por minería ilegal.

Asimismo, se certificaron 51 muertes adicionales en las profundidades de la mina, lo que eleva el saldo total de muertos a 60. Anteriormente, los equipos de rescate ya habían recuperado los cuerpos de nueve personas.

Por otro lado, la mina de Buffelsfontein, situada a unos 160 kilómetros de Johannesburgo y con una profundidad de 2,6 kilómetros, ha sido escenario de una operación que continúa a pleno rendimiento.

Sin embargo, las autoridades enfrentan dificultades para precisar cuántos mineros siguen atrapados bajo tierra.