Joseph Corcoran fue ejecutado por el cuádruple homicidio que cometió en 1997, siendo la primera ejecución en el estado de Indiana en 15 años.

La ejecución, llevada a cabo mediante una inyección letal de pentobarbital, se produjo a las 12:44 a.m., según reportó el Departamento Correccional de Indiana. Corcoran, de 51 años, fue condenado por el asesinato de su hermano, su cuñado, y dos amigos de la familia.

Corcoran, quien había estado en el corredor de la muerte durante más de dos décadas, fue declarado muerto después de una serie de apelaciones legales que incluyeron revisiones tanto en la Corte Suprema de Indiana como en la Corte Suprema de EE.UU.

A pesar de las peticiones de su defensa, que argumentaban que la ejecución violaría la Cuarta y Octava enmienda de la Constitución debido a su enfermedad mental, el sistema judicial no detuvo la ejecución.

En sus últimos momentos, Corcoran estuvo acompañado por su pastor de la infancia, el Rev. David Leitzel. Según reportes, sus últimas palabras fueron: “No realmente. Terminemos con esto.”

El gobernador de Indiana, Eric Holcomb, en un comunicado, defendió la ejecución, señalando que el caso había sido revisado en múltiples ocasiones durante los últimos 25 años, y que la sentencia se cumplió tal como lo ordenó el tribunal.

Por otro lado, el Fiscal General de Indiana, Todd Rokita, calificó la ejecución como una medida para hacer justicia a las víctimas, destacando que se había cumplido la sentencia impuesta por el jurado.

Finalmente, el regreso de la pena de muerte a Indiana, tras una pausa de más de una década. En 2024, el estado consiguió obtener pentobarbital, el fármaco utilizado en la inyección letal, tras años de dificultades para conseguir los productos necesarios debido a la oposición de las farmacéuticas a suministrarlos para ejecuciones.