México rechaza ser un país seguro ante posibles deportaciones de EE. UU.
México no se convertirá en un tercer país seguro ante la posible ola de migrantes deportados desde Estados Unidos bajo la administración de Donald Trump, quien asumirá la presidencia el 20 de enero de 2025. Así lo afirmó este jueves, 12 de diciembre de 2024, Rosa Icela Rodríguez, titular de la Secretaría de Gobernación de México.
Rodríguez reiteró que el Gobierno mexicano se hará cargo de los connacionales repatriados, pero no de migrantes de otras nacionalidades. Estos últimos deberán pasar por el proceso de asilo y esperar la resolución de su solicitud antes de ser acogidos.
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, ya había mencionado el 3 de diciembre que el gobierno mexicano se estaba preparando para recibir a miles de mexicanos que podrían ser deportados desde Estados Unidos en caso de que Trump lleve a cabo su propuesta de deportaciones masivas.
Esta preparación incluye estrategias para garantizar los derechos humanos de los repatriados y ofrecerles apoyo en su reintegración.
Las declaraciones de Rodríguez surgen en un contexto de creciente preocupación por los planes de Trump, quien, a través de Tom Homan, su futuro zar de la frontera, ha anunciado que las deportaciones masivas comenzarán en enero.
Organizaciones de derechos humanos y activistas en EE. UU. han expresado su rechazo a estas deportaciones, advirtiendo sobre las graves consecuencias humanitarias y económicas que podrían derivarse de estas acciones.
Finalmente, acuerdo con un informe de la organización American Immigration Coalition, las deportaciones masivas podrían tener un impacto negativo en la economía estadounidense, con una caída en el Producto Interno Bruto (PIB) de entre el 4,2 % y el 6,8 %, lo que equivaldría a pérdidas de entre 1,1 y 1,7 billones de dólares anuales.