La actriz y presentadora Silvia Pinal, una de las figuras más emblemáticas de la Época de Oro del cine mexicano, falleció tras complicaciones de salud derivadas de una infección en las vías urinarias y el colapso de uno de sus pulmones. La actriz, de 93 años, murió en el hospital Médica Sur, rodeada de sus seres queridos.

Su partida deja un vacío en la cultura mexicana y el mundo del entretenimiento, donde su legado se extiende a más de 84 películas, 33 producciones televisivas y 42 obras de teatro. Entre sus trabajos más destacados están las colaboraciones con el cineasta Luis Buñuel en cintas como Viridiana (1961), El ángel exterminador (1962) y Simón del desierto (1964), que marcaron un hito en la cinematografía internacional.

Nacida el 12 de septiembre de 1931 en Heroica Guaymas, Sonora, Silvia Pinal destacó como actriz, presentadora y productora, convirtiéndose en una de las últimas divas del cine mexicano de su época. Su talento no se limitó al cine; incursionó en el teatro de comedia musical y fue una pionera en la televisión mexicana, donde destacó como conductora de la serie Mujer, casos de la vida real, un programa que abordaba problemáticas sociales con gran impacto en la audiencia.

Además de su carrera artística, Pinal tuvo una breve incursión en la política, desempeñándose como Senadora del Congreso de la Unión.

En sus últimos días, la actriz recibió cuidados paliativos y los santos óleos, acompañada de sus hijos Alejandra Guzmán, Sylvia Pasquel, Luis Enrique Guzmán, y sus nietas Stephanie Salas y Camila Valero. Desde el anuncio de su hospitalización, sus admiradores estuvieron al pendiente de su estado de salud, expresando su preocupación y cariño.

La noticia de su fallecimiento fue confirmada por Fuerza Informativa Azteca, mientras que Televisa Univisión emitió una esquela en su memoria. Fans y personalidades del medio artístico han compartido mensajes de condolencias, recordando su carisma, talento y contribuciones invaluables al arte y la cultura.

Silvia Pinal será recordada como una de las figuras más icónicas de México, cuya influencia trascendió generaciones, dejando un legado artístico que perdurará en la memoria colectiva. Su partida marca el fin de una era, pero su obra sigue viva como testimonio de su grandeza.