Un reciente informe presentado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS) destacó que los salvadoreños cubren un 26.7 % del gasto total en salud con pagos directos de su bolsillo.

El documento, divulgado este lunes, subraya la problemática de los pagos directos en la región, especialmente en un contexto de crisis derivada de la pandemia de covid-19 y el bajo crecimiento económico.

De acuerdo con el reporte, la pandemia y la crisis de desarrollo han puesto en peligro el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) establecidos en la Agenda 2030 de las Naciones Unidas. Tres factores clave alimentan esta crisis: el bajo crecimiento económico, la elevada desigualdad y la ineficiencia institucional para enfrentar los retos de salud pública.

En 2021, los hogares en América Latina debieron asumir más del 28 % del gasto total en salud a través de pagos directos. Esta cifra, calificada de “preocupante”, genera inequidades en el acceso a una atención sanitaria de calidad, lo que puede derivar en gastos catastróficos o empobrecedores, según el informe.

Dentro de Centroamérica, Costa Rica destaca por ser el país donde los hogares destinan menos recursos propios a gastos de salud, con un promedio de 20.7 %, seguido por El Salvador con 26.7 %. En Nicaragua, el porcentaje asciende a 30.8 %, mientras que Panamá alcanza un 37.3 %. Honduras y Guatemala registran las cifras más elevadas de la región, con 51.7 % y 61 %, respectivamente, lo que evidencia deficiencias en sus sistemas públicos de salud.

El estudio también alerta sobre la fragilidad de los sistemas de salud universales en América Latina, señalando que dependen de entornos fiscales restrictivos, con limitaciones en el gasto y la inversión. Aunque el gasto en salud en la región creció un 25 % entre 2000 y 2014, alcanzando un promedio del 4.5 % del PIB, aún está lejos de la meta del 6 % del PIB establecida por la OPS.