El gobierno de Haití condenó el “brutal, sin sentido” ataque pandillero que dejó al menos 70 muertos y 16 heridos graves este jueves 3 de octubre en una localidad del oeste del país.

La Organización de las Naciones Unidas (ONU) para los derechos humanos, lamentó lo ocurrido, “Miembros de la pandilla Gran Grif (Grandes Garras) armados con fusiles automáticos abrieron fuego contra la población y mataron al menos 70 personas, incluyendo 10 mujeres y tres lactantes”.

La masacre sucedió en Pont Sondé, en el departamento de Artibonite, centro-norte de Haití, en la carretera que conecta Puerto Príncipe con Cabo Haitiano, la principal ciudad del norte del país, a 120 kilómetros de la capital.

Bertide Horace, portavoz de una asociación local, aseguró que el jefe de Gran Grif, Luckson Elan, ordenó el asalto contra la población después de que algunos conductores de la ciudad se negaran a pagar dinero en un peaje que la pandilla había instalado en la carretera nacional.

“Los bandidos tomaron la localidad y ejecutaron a decenas de residentes. Casi todas las víctimas murieron de una bala en la cabeza”, añadió.

Según el comunicado de la ONU, los pandilleros “habrían incendiado al menos 45 casas y 34 vehículos”, lo que obligó a los habitantes a huir. Dos de los heridos son miembros de esa banda, quienes resultaron lesionados por la policía haitiana.

De acuerdo con cifras de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), la ola de violencia y la grave situación humanitaria han obligado a más de 700.000 personas, incluyendo a la mitad de ellas niños, a abandonar sus hogares en busca de refugio en otras partes del país.