Rusia lanzó la noche del lunes un ataque a gran escala contra infraestructuras energéticas en Ucrania, usando 127 misiles y 109 drones, según el presidente Volodymyr Zelensky. El mandatario ucraniano calificó el ataque como “el mayor en más de dos años de guerra” y advirtió que varias ciudades sufrieron cortes de electricidad.

El comandante de la Fuerza Aérea de Ucrania, Mykola Oleshchuk, confirmó que se trató del bombardeo aéreo más extenso desde el inicio del conflicto. A pesar de la intensidad, Ucrania logró derribar 102 misiles y 99 drones, minimizando los daños en algunas zonas, aunque se reportaron al menos seis personas fallecidas y decenas resultaron heridas.

Las regiones afectadas incluyen Járkiv, Dnipro, Odesa y Kyiv, donde se registraron cortes de energía de emergencia. Denys Shmyhal, primer ministro ucraniano, destacó que el ataque estuvo enfocado en infraestructuras clave, obligando a aplicar medidas para estabilizar el suministro eléctrico.

El ataque ocurre en un contexto de tensión creciente, con Ucrania pidiendo a sus aliados occidentales que le permitan responder más profundamente en territorio ruso. La embajada estadounidense en Kyiv ya había advertido sobre posibles ofensivas debido a las recientes incursiones ucranianas en Kursk, territorio ruso.