La lesión de Eduardo Camavinga ha dejado al Real Madrid en una situación complicada. El mediocampista francés sufrirá un esguince del ligamento colateral interno en la rodilla izquierda, que lo mantendrá fuera de los campos por alrededor de seis a siete semanas. Esta ausencia deja al equipo sin su segundo pivote puro, dejando a Aurélien Tchouameni como el único especialista en esa posición durante casi dos meses.

El entrenador Carlo Ancelotti ya está ajustando su táctica. Durante la pretemporada en Estados Unidos, probó a Luka Modric como mediocentro posicional, una estrategia que podría ser clave para cubrir el vacío dejado por Camavinga. Modric, conocido por su experiencia y capacidad en el centro del campo, será fundamental en esta etapa crítica.

La plantilla del Madrid, aunque potente, no cuenta con un exceso de alternativas en el mediocampo. Con Alaba regresando en noviembre y una defensa en transición, Ancelotti deberá manejar con cuidado los recursos disponibles. El regreso de jugadores clave y la adaptación de nuevas tácticas serán cruciales para mantener el rendimiento del equipo.

En cuanto a opciones internas, Mario Martín, mediapunta convertido en pivote, podría ganar protagonismo. A pesar de que no estuvo en Varsovia, el joven futbolista tiene la oportunidad de demostrar su valía en esta temporada, enfrentando el reto de reemplazar a Camavinga en el mediocampo blanco.