Este jueves 1 de agosto, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, anunció que que sostendrá una conversación con sus homólogos de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, y de Colombia, Gustavo Petro, para para discutir la situación en Venezuela. Lula ha tomado un papel importante después de que Brasil asumiera la custodia de la Embajada argentina en Caracas y la protección de seis opositores venezolanos asilados en ella desde hace seis meses. Esta situación surgió tras la retirada de los diplomáticos argentinos, ordenada por Nicolás Maduro.

La decisión de Lula de asumir la custodia de la embajada argentina en Caracas añade presión sobre Maduro, quien ha respondido con amenazas de radicalizar su postura. Maduro también declaró que el candidato opositor Edmundo González y la líder de la coalición antichavista, María Corina Machado, “deberían estar tras las rejas”.

Estas declaraciones se dieron durante una conferencia de prensa con medios internacionales, pocas horas después de que la Misión Internacional Independiente de Determinación de Hechos de la ONU sobre Venezuela expresara su “profunda preocupación por la violencia y las alegaciones de violaciones de derechos humanos registradas en el país tras las elecciones presidenciales del domingo”.

Mientras tanto, la presión internacional crece para que el Gobierno de Maduro permita una verificación transparente de los resultados de las elecciones presidenciales, que el domingo pasado dieron la victoria a Maduro con el 51.2% de los votos frente al candidato opositor González Urrutia.