Un incendio desatado el lunes en una fábrica de baterías de litio en Hwaseong, Corea del Sur, ha resultado en la muerte de al menos 22 personas y ocho heridos, tras la explosión de unas 35,000 unidades de baterías almacenadas en la planta de Aricell, desencadenando llamas que rápidamente se propagaron por el edificio.

Entre los fallecidos, se encuentran 20 trabajadores extranjeros, mayoritariamente de nacionalidad china, así como una persona de Laos y otra de nacionalidad desconocida, según informaron autoridades locales. Las labores de rescate y recuperación de cuerpos han sido complicadas debido a la gravedad de las quemaduras sufridas por las víctimas.

El presidente surcoreano, Yoon Suk-yeol, ha urgido a las autoridades a movilizar todos los recursos disponibles para las operaciones de búsqueda y rescate, mientras se mantienen los esfuerzos para evitar la expansión del fuego a otras áreas industriales cercanas en Hwaseong. Este incidente se perfila como una de las peores catástrofes industriales en Corea del Sur en años, impactando profundamente a la comunidad local e internacional.