Durante el Primer Congreso Nacional de Prevención del Suicidio, organizado por el Movimiento Social Sobrevivientes, se reveló que aproximadamente 700 personas se suicidan cada año en El Salvador. Jessica Berrios, fundadora y directora del movimiento, destacó la urgencia de abordar este tema y romper el tabú que lo rodea.

Según Berrios, las estadísticas más recientes corresponden a 2021, año en el que 517 personas decidieron quitarse la vida. Estas cifras revelan una tasa preocupante de 10.7 suicidios por cada 100,000 habitantes, siendo ocho de cada 10 personas hombres.

Berrios señaló que es crucial derribar los mitos que rodean al suicidio, como la idea de que hablar sobre este tema puede impulsar a alguien a cometerlo. Por el contrario, destacó que el diálogo abierto y la prevención son herramientas fundamentales para abordar esta problemática.

El congreso también abordó las posibles causas detrás de los suicidios, que van desde la pérdida de un ser querido hasta problemas financieros, alcoholismo, depresión y conflictos familiares.

Asistieron al evento importantes figuras del gobierno, incluidos los ministros de Salud y Educación, así como la procuradora para la Defensa de los Derechos Humanos, junto con legisladores de Nuevas Ideas de la Asamblea Legislativa.

El llamado a la acción es claro: es urgente desarrollar programas y estrategias de prevención del suicidio que involucren a toda la sociedad, especialmente a los jóvenes. Romper el estigma y fomentar un diálogo abierto sobre la salud mental son pasos esenciales para salvar vidas y construir una sociedad más compasiva y resiliente.