Migrantes que aguardan en la frontera norte de México para cruzar a Estados Unidos denunciaron un aumento en las agresiones por parte de la Guardia Nacional de Texas, acusándola de dispararles balas de goma y gas pimienta, incluso estando en territorio mexicano.

Según relatan las víctimas, se sienten “acorralados” tras la violencia, enfrentando peligros tanto del lado estadounidense como del mexicano. Francisco Galicia, un venezolano varado en Ciudad Juárez, describe ataques con balas de gas pimienta y bombas lacrimógenas por parte de los agentes texanos, mientras que en México enfrentan el riesgo de ser secuestrados por criminales o detenidos por el Instituto Nacional de Migración (INM).

Estas agresiones ocurren a pesar de los intentos de los presidentes de México y Estados Unidos por reducir la migración irregular, con operativos cada vez más intensos en ambos lados de la frontera.

Las autoridades mexicanas informan de un aumento del 200 % en la migración irregular interceptada en el primer trimestre de 2024, mientras que los migrantes denuncian hostilidades y violencia por parte de la Guardia Nacional de Texas, incluso contra mujeres y niños.