El Gobierno chino anunció una serie de medidas destinadas a revitalizar el sector inmobiliario del país, asignando 300 mil millones de yuanes (41.500 millones de dólares) para financiar la adquisición de viviendas no vendidas por entidades públicas. El objetivo es proporcionar viviendas a precios asequibles y reducir el porcentaje mínimo de entrada para los compradores.

El subgobernador del Banco Popular de China, Tao Ling, explicó que este nuevo mecanismo de préstamo busca alentar a las instituciones financieras a apoyar la compra de viviendas no vendidas por empresas públicas. Estas propiedades se destinarán a la adjudicación o alquiler como viviendas asequibles, generando préstamos bancarios por hasta 500 mil millones de yuanes (69.184 millones de dólares).

Las medidas también incluyen la reducción del porcentaje mínimo de entrada para compradores de primera vivienda al 15% desde el 20%, y al 25% desde el 30% para la adquisición de una segunda residencia. Este movimiento busca reactivar un sector que representa más de una cuarta parte del PIB chino y ha enfrentado una crisis desde 2020 debido a restricciones crediticias y la caída de los precios.